Excuse me

Perdóname por quererte sin condiciones
aunque vos tengas las tuyas para verme.
Perdóname por adorarte ingenuamente
aunque tu cariño se ahogue en titubeos.
Excúsame si suspiro como epiléptico,
aunque tu conmoción sólo llegue a un estornudo.
Disculpa el calor volcánico de mis abrazos
entre tus suspiros refrigerados.
Te perdono la imposibilidad y negligencia
de quererme como te quiero
te entiendo perfectamente,
soy un romántico desproporcionado.
Perdona todos los excesos,
aunque sean de amor asimétrico.
Perdóname si me aburro y me alejo
pues existe alguien a quien amo más que a vos
y soy absolutamente correspondido: a mí mismo.

Música másica

Con tu voz desgarras cada poro
abriéndolos de par en par, y de impar en impar,
tus manos escarban dentro de ellos
y como abriéndose camino por la veta aurífera y sudorífera,
erige un batallón de vellosidades y de pieles de corral.

Un sollozo asestado en medio de la clavícula
atrancado en medio de un suspiro, alojado entre mi voz y tu silencio.
Reproches sonoros, torturas melódicas, oprobios rítmicos,
necedades necesarias de innecesaria ingratitud
compañía furtiva de soledades soleadas, de lluviosos tumultos
entre caminos de tedio y llanuras de poesía,
recoges mi alma sórdida, maculada, desmayada
la elevas al averno, la sepultas en el paraíso
donde larvas cadenciosas me hacen su festín
donde las alimañas son deidades de sinfónica sensualidad.

Heme aquí de nuevo, sublevado de la imposición acústica,
sólo para rendirme voluntariamente a tus pies,
súbdito irremediable de la dulce condena de mis oídos.
Música, amor y odio, vida y muerte, sonido y silencio
recita de nuevo las elegías del fracaso,
declama una vez más el poema futil
que encarcela la bohemia en este cuerpo amputado.

Fantasma...

... y al terminar de girar los últimos milímetros del pasador de la reja del ante-jardín, observo como una delicada silueta, fantasmagórica y sensual, como impaciente por mi partida, se despedía en un suspiro de ultratumba, moviendo las cortinas de la sala y estremeciendo mi enrejada y estupefacta mirada, cada día es igual, cada vez que salgo a vivir al mundo y la casa queda sola, aunque no queda sola, queda tu ausencia deambulando por cada cuarto, por cada asiento, en cada rincón. Tu ausencia se despide, tu ausencia me extraña, he creado un fantasma de tu esencia que vive conmigo, emanada de la necesidad de verte, cuando estoy por fuera extraño a ese fantasma también, a falta de vos... vos! y sin voz vives, sin respirar gimes, sin estar sos, en síntesis, me extraño, me extraño mucho, me extraño con vos, en vos.

Paisaje

Un horizonte de piernas
y de tropicales caderas,
de un prohibido manantial,
de un oasis umbilical
entre valles abdominales,
tus montañas palpitantes
y el sensual relieve de tu perfil
son en total, en resúmen, por fin,
mi expedición pretendida,
pues a mi lado tendida,
sos deseo, cercano y fortuito
sos de lejos, mi paisaje favorito.

Palabras de más, silencios de menos,
el pentagrama de una obra aleatoria,
compases de profusa e inútil expectativa.
Mi espíritu ebrio hace sobrias confesiones
a tu espíritu sobrio que teme caer en la ebriedad libertina.
Somos presas de nuestro pánico escénico,
de desnudar nuestros miedos frente a frente,
de penetrar la cotidianidad, de violar la tranquilidad,
de deshacer el sinsentido, de sodomizar la tristeza,

el terrorismo cardíaco, la percusión caótica
marcan el tiempo perdido, sincopando la rutina.
Eres una, y yo soy otro,
pero tu y yo, no somos nosotros.

Soledad

La soledad es como una caverna
profunda, 
interminable, 
absolutamente oscura, 
de vez en cuando
ves una luz tímida 
y crees que es una salida, 
luego te das cuenta 
que es una luciérnaga traviesa, 
y el espejismo de compañía 
termina siendo un culo más
que intermitente te llamó la atención.

Diría que un buen existir
en general debiera consistir
en valientemente resistir,
por tus derechos insistir,
y en tu lucha persistir.
A tus herman@s asistir;
y de la vida no desistir
para únicamente, subsistir.

Imperfección

Me abrazo a mis defectos,
a mis temores,
por mis sentidos deshonores
me regocijo en vos,
vasija de barro, poporo de oro,
tesoro enterrado en mis suspiros.

Me abrazo a mis defectos,
asiendome a tu recuerdo
palmera de montaña, húmeda y mía,

mis recuerdos te recuerdan
mis anhelos te desean
mis prejuicios no te aprueban.

Me abrazo a todos mis defectos,
me abrazo a vos
que sos mi mejor defecto,
mi temor añorado,
y mi honor deshechado.

Te quiero cerca

Te quiero cerca, 
tan cerca, 
muy cerca,
tan cerca como aquel punto 
en que al mirarnos somos cíclopes, 
en ese punto en que las palabras no existen, 
pues queda bastante difícil hablar 
cuando no está definido claramente 
dónde terminan mis labios y comienzan los tuyos.
Justo allí, 

donde el calor de tu entrecortada respiración
abrasa mi inspiración,
justo allí,
donde inevitablemente sonríes,
y beso tu sonrisa, con dientes incluídos.
Aquel punto en que compruebo
que tienes la horma perfecta de mis abrazos,
que posees un cariño ergonómico a mis suspiros
y que tus besos permean mis labios
y humedecen sin control mi alma.
Te quiero cerca,
tan dentro,
muy dentro...

Jazz Para Dos

Quiero hacer un jam nocturno
con tu cuerpo, en tu cuerpo,
explorar tus graves,
lentos, profundos,
con-tra-bajo y sin-pu-dor
romper tus vestiduras,
develar tu piel-partitura
obscena y embriagante
al ritmo de dedos inquietos,
inquietantes caricias en clave de FA,
ritmos de mano izquierda,
armonías siniestras y oscuras,
esculpir con delicada violencia
la caja resonante de tus caderas,
recorrer en irregular cromatismo
el diapasón de tu abdomen,
alrededor de tu ombligo, con sordina,
un solo de Miles Davis,
y mis labios cobrizados,
en instantes de Coltrane al saxo,
arrancándote melodías sexo-fónicas.

Las incansables cadencias
de traversa interpretación
funden nuestros cuerpos latinos,
y prenden la danzante faena.
Del va y ven musical
que el sentimiento impregna,
emerge el clímax jazzista:
una obra de arte experimental
caótica, de improvisada sudoración.
Y tus ojos desbocados que no dan fe
del diálogo corporal que nos asiste,
pues además de nuestros instrumentos
se desafinan nuestros corazones,
y en contrapunteo taquicárdico
terminamos en un extático suspiro,
en compás irregular, señalando el calderón
prolongado por la eternidad relativa...

Nace el día y nos sorprende
un reguero de instrumentos y humedad,
y tu piel tatuando sus poros sobre la mía
busca leve descanso, para empezar de nuevo
a interpretar orgasmos en clave matutina de SOL.

Metamorphosis

En cada nota un beso,
y un abrazo en cada melodía,
con cada acorde un verso
y una sonrisa cada día.

Cada suspiro entrecortado
que doy cuando a mi lado estás,
es un beso que no te he dado
es una pieza de Philip Glass.

Es el caos minimalista
y el complejo orden impera,
ya mis ímpetus se alistan
para beberse tu voz entera.

y entretejer los llamados
de tu mirada y tus manos
y en tus labios delicados
dejar los míos bordados.

Cuántas?

¿Cuántas veces las mismas canciones?
¿Cuántas las horas de inútil paciencia?
¿Cuántos suspiros por las mismas razones?
¿Cuántas caricias de 'dudosa procedencia'?

¿Cuántas las sonrisas y las decepciones?
¿Cuántos poemas a una musa encarnada?
¿Cuántos desdenes y cuántas pasiones
seguir cultivando a cambio de nada?

¿Cuántas veces agradecer maldiciones?
¿Cuántas las noches diluídas en alcohol?
¿Cuántos espejismos y alucinaciones
de oníricos recuerdos y días de arrebol?

¿Con cuántos corazones danzar en la hoguera?
¿cuánto el opio que apacigüe el volcán?
¿Cuánta bohemia en la saeta certera?
¿y cuánta ilusión de un destino carnal?

¿Cuántas las veces que de tu lado escape?
soledad compañera, reincidente pasional
¿Cuántas sonrisas y nuevo romance?
...hasta tal número, nunca aprendí a contar.

Síndrome de abstinencia

Ni tu falda rendida
o tu escote sumiso,
levantarán del piso
tu dignidad perdida.

Las ojeras en torno
a tus abismales ojos
son marchitos manojos
con rosas de adorno.

Tu sufrir es en vano
y tu sollozo artificial
¿y me pretendes cautivar
con sólo tomar mi mano?

Te leo, bien lo has sabido
como a un pasquín en el suelo
que curioso recojo y con duelo
no puedo dejar en el olvido

Tu mentira duerme conmigo
y aunque ya no te creo
de tus falacias soy reo
y de tu líbido el castigo

son tus labios un sudario
y tu sexo delicado incienso
que expelen el olor intenso
de tu cariño en un osario

tampoco tus disculpas
o tu llanto de esperpento
disimulan el mal aliento
de tu amor en ayunas

cuanto diera por al fin sepultar
este amor en descomposición,
pues tu adicto y tu adicción
no te quiero ni te puedo soltar.

Suspiro nocturno

Una noche complacida
desde una nube precipicio
salta una gota suicida
acabando el gris suplicio,

otra decidida la acompaña
y otra titubeante se arroja
otra gota en cruel hazaña
el suelo estrella y no lo moja

cada vez más se sueltan
de su refugio nocturno,
contra mi ventana se vuelcan
y diluyen mi ser taciturno.

Un suspiro es acallado
por un estruendo fugaz
ya mi cuerpo ha sollozado
ya mi voz no me da más.

como en otras ocasiones
solidario el cielo llora
en la ciudad de las pasiones
que conmigo gime ahora.

Eterna luna que hoy te ocultas
tras un cielo ruborizado
vuelve y sonríe, no me hullas
aquí te espero empapado

en tus lágrimas nadando
y en tus quejidos ahogado
poco a poco desgarrando
este canto desesperado.

FELIZ VIDA!!!

8 de Marzo de 2012

Rosas y chocolates
de empaques delicados,
románticos disparates
y versos premeditados.

La comparsa teatral
prepara la escenografía
y con delicada ingenuidad
maquilla con ironía,

el júbilo inconsciente,
el delirio colectivo,
el vendedor inclemente,
el comprador compulsivo.

Otra vuelta planetaria
y volvemos a este día,
vuelve el circo y su fanfarria,
la burlesca melodía.

Y entre guiños infantiles
y abrazos de colores,
y besos juveniles
se desvisten los albores.

Detalles inventados,
sonrisas esbozadas,
amores refugiados
y risas enjauladas,

completan el conjunto
y develan la patraña,
del sentimiento difunto
y de la emocional guadaña.

Pequeñeces agradables
y tiernas frivolidades,
los gestos más amables
y las pueriles bondades

son escaso maquillaje
para la abierta cicatriz
del histórico ultraje
que disfraza de meretriz

a la dignidad humana
atacada en la mujer
y en público humillada
para el burdo placer.

una mañana primaveral
un ocaso de sonrisas
una noche sideral
y vuelve la fría brisa

y los versos ya no riman
ya los dulces se derriten
ya las rosas se marchitan,
y los besos se destiñen.

Se nace y se muere
en el año sólo un día,
pero se vive y se quiere
durante toda la vida.

FELIZ VIDA HIJA DE PACHA!
FELIZ VIDA HERMANA MUJER!!

Psuicidio

En un sollozo mi alma moría,
en un suspiro perdía la cordura,
dolor y paz, reacción tardía
mezcla fatal de muerte y locura

Tinte de sangre y coágulos de vida
mezcla de sopor y falsa alegría
amanecer psicodélico en dulce bebida
ocaso funesto que de la vid nacía

Con un vino que invita al averno
con mágicas setas de un sueño proscrito
sacío mi sed  con el lento veneno,
y con fúngica ambrosía calmo mi apetito.

Soy tuyo al fín, tóxicas caricias
eres mía en visiones siderales
rodillas al piso y al aire sonrisas
para fenecer en marchitos rosales.

Finalmente ha comenzado,
el final... y el principio.

Volcán Glaciar

Es tu cuerpo, capricho que huye

es tu recuerdo, real existencia

fue mi vida, que hoy se diluye

en tu muerte, brutal coincidencia.

Si tan sólo esta noche pudiese encontrar

tu cómplice y disimulada mirada

un leve temblor de tu sonrisa al pasar

o un beso de luna en tu boca pintada

Qué más haría?

qué más quisiera?

retornaría

Ya! si pudiera

al panteón de tus besos

a las ruinas de tu sexo

a saquear tu cuerpo preso

en las catacumbas de lo excelso

posaría ya mis manos

cansadas y patéticas

en un Olimpo de humanos

en la escultura esquelética

y completar la tarea

que impera en mi desvanecida calma

para devolver la marea

para tenerte de nuevo en mi cama.

Para nadar en tus cabellos de estigia

intoxicarme con tus gemidos y sed

y destruir la absurda reliquia:

un volcán glaciar, que más puedo hacer?