En torno a ella, mis sentidos, confundidos y frenéticos esculpen su figura con la mas caótica sinestesia, saboreo su dulce mirada, palpo el aroma de su voz y su sonrisa, es música para mis manos...
Ayer, de nuevo, sentí la alegría de querer llegar a viejo. Mañana, de viejo, sentiré el tedio de odiar salir de nuevo, Hoy, como siempre, de un viejo tengo el alma: solitaria, inútil, en calma.