Mi pie derecho,
mi pie izquierdo,
un paso.
Un paso largo,
otro paso corto,
varias calles.
Momentos insignificantes,
actividades insulsas necesarias, metaforas del tedio y paradojas de lo absurdo.
Un saludo va, un suspiro viene,
mientras tanto, preso de su centro, el segundero fracasa en su escape, y su convulsión solo sirve para acortar la distancia.
Al fin!
Tu pie derecho y mi pie derecho,
tu pie izquierdo y mi pie izquierdo,
y voy dando pasos siderales,
y el segundero tranquilamente resignado disfruta la quietud
y tus labios eclipsan mis hastíos
y me dejas con besos suspensivos...
Mi pie derecho donde estuvo mi izquierdo,
mi pie izquierdo donde estuvo mi derecho,
y deshago mis pasos, y empaco mi dicha... hasta la próxima.
porque yo con mis manos me llevare esos tristes recuerdos
ResponderBorraratrapare tus suspiros con mi deseos inocentes
el viento que susurra mis esfuerzos
por dejar que el tiempo se pierda a traves de tus ojos complacientes
nadie mas dara una palabra como esta
asi el mundo no lo crea mas
lo que mas nadie ha dado
yo lo pondre en tus manos
mirando solo a tus ojos en el final de este atardecer..
Aleja S!
las anáforas usadas en las lineas principales exhiben la paciencia y armonía de la estructura completa... exquisita!!!!!
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